Hace unos meses, los pélets aterrizaban en la costa gallega, obligando a los ciudadanos y ciudadanas a movilizarse ante un "gobierno regional que los abandonaba". Un vertido de microplásticos que se constató dañino para los ecosistemas y que podría serlo también para la salud humana. Ante este panorama, y coincidiendo con el Día Internacional de la Madre Tierra, el Parlamento Europeo adoptó el informe sobre el reglamento relativo a la prevención de las pérdidas de pélets, cuyas negociaciones con la Eurocámara han liderado los socialistas europeos.

"Los grandes contaminadores de pélets deben pagar por el daño provocado en las costas, pero sobre todo deben hacer prevención", apuntó el eurodiputado Nicolás González Casares, quien aplaudió la decisión de ampliar el ámbito de aplicación de la regulación a los transportistas de fuera de la Unión Europea, sector marítimo incluido, con el objetivo de conseguir cero pérdidas de pélets.  "Se trata de una regulación ambiciosa que lleva el compromiso de que quien contamina paga", añadió.

Con las medidas propuestas por el Parlamento, se impondrá a los operadores y transportistas de pélets la responsabilidad de monitorear y limpiar los vertidos, así como de gestionar de manera más rigurosa la identificación, almacenamiento y transporte de los contenedores de pélets. Todo esto a pesar de los intentos del Partido Popular Europeo por rebajar las propuestas de la Comisión, proponiendo excluir a un mayor número de operadores y disminuir los requisitos para los análisis de cumplimiento normativo y los planes de análisis de riesgos.