Una empleada ha presentado ante el Juzgado de lo Social de Lugo una demanda por acoso contra CustomDrinks y su matriz Hijos de Rivera (grupo al que pertenece Estrella Galicia), así como contra otros tres empleados que ejercían como jefes directos y causantes del la situación que da pie a la demanda. Según consta en el escrito, presentado por el despacho Balms Abogados, todo comenzó en 2019, precisamente cuando la demandante fue elegida representante sindical por sus compañeros.

Desde ese momento, y como consta en la demanda, “se ha fraguado contra ella una campaña de desprestigio, llegando sus superiores a dar órdenes explicitas a sus compañeros para que evitasen cualquier tipo de relación con ella durante la jornada laboral y fuera de ella”. “Además del aislamiento social -continúa el escrito-, dichas personas procuraron también que la demandante se quedase también aislada laboralmente al no facilitarle los instrumentos necesarios para la correcta realización de su trabajo, cuando al resto de sus compañeros sí se les facilitaba”.
Además del acoso, la demanda también recoge otras medidas de presión utilizadas por la empresa como “la de modificarle el horario laboral de un día para el otro (sin que ningún otro trabajador más se viera afectado) y sin respetar el descanso inter-jornadas establecido en el art. 34.3 del ET, sin tener en consideración que la trabajadora se acababa de incorporar tras su segunda maternidad y, por lo tanto, la conciliación laboral y familiar se hacía insostenible”. Como añade Antonio Heredero, de Balms Abogados, “la situación se hizo tan insoportable que la trabajadora se vió forzada a solicitar una reducción de jornada, que actualmente aún mantiene”. Pero, además, la defensa acusa también a la empresa “de no facilitarle, de forma consciente y premeditada, las herramientas necesarias para poder efectuar su trabajo”. Como ejemplo, la demandante carecía de línea telefónica en su puesto, y a diferencia de todos los demás compañeros, no se le facilitó teléfono móvil, y no tenía vía de comunicación con el resto de la empresa, a pesar de haberlo solicitado en infinidad de ocasiones a sus superiores.
El recuento de agravios continúa porque la empresa le negó la formación solicitada “sin ninguna explicación”, le denegó los días de asuntos propios correctamente solicitados, e incluso se le descontó importes en nómina, que continúan sin ser pagados a pesar de haberlos reclamado hace más de un año.
La demanda incluye también a tres de sus superiores por “un trato clarísimamente diferenciado respecto al resto de trabajadores, dirigiéndose a ella de forma despectiva,no dejando expresarse y siempre en actitud amenazadora”.
Como consecuencia de la situación vivida, la trabajadora se encuentra de baja médica por un trastorno ansioso-depresivo que todavía padece. Por todo ello, la demandante solicita el derecho de la trabajadora a la rescisión de su contrato de trabajo por incumplimiento empresarial, en atención al acoso laboral al que está siendo objeto, y una indemnización por daños y perjuicios derivada de la vulneración de los derechos fundamentales.