El precio de la electricidad está disparado y parece que va a seguir así durante muchos meses, por lo que hay que hacer lo posible para que ahora que llega el frío las facturas no sean estratosféricas.
Hay muchos consejos que nos dan con el fin de ahorrar, pero nosotros vamos a tratar de dar algunos que creemos que son útiles, porque sube la luz sin parar y en esta época es cuando más gastamos.
Enchufe inteligente para el calentador eléctrico
En muchas viviendas hay termos eléctricos para calentar el agua y no tiene sentido que estén todo el día encendidos cuando lo normal es que durante una buena parte del día no estemos en casa o no necesitemos el agua caliente.
Para gastar menos electricidad podemos comprar un enchufe inteligente (uno de calidad cuesta unos 15 euros) y programarlo desde el móvil haciendo que solo se encienda cuando necesitemos agua.
También lo podemos emplear con la idea de que el agua se caliente durante las horas más económicas, ya que el termo conservará el agua caliente durante bastante tiempo. Además, con este tipo de enchufe lo podemos encender a distancia si queremos ducharnos al llegar a casa y lo teníamos apagado.
Aislar las ventanas antiguas
Las ventanas antiguas son un problema para ahorrar electricidad si usamos radiadores eléctricos para calentarnos, en especial si son de madera.
Durante los días en los que no hace viento no se nota demasiado el frío, pero cuando este arrecia podemos apreciar cómo la corriente entra e incide en nosotros si estamos cerca.
Este viento hace que el frío se cuele en casa y la temperatura interior baje, por lo que hay que aislar las ventanas si nos ocurre esto.
En cualquier ferretería podemos comprar tiras de espuma o silicona adecuadas a nuestro ventanal para poner en aquellos lugares por los que entra el aire. De hecho, incluso se venden con una forma especial que se adapta a las ventanas correderas de aluminio, que aíslan muy mal del frío.
Ventilar en las horas más cálidas
Que entre aire limpio a casa es muy importante. Hay que ventilar a diario y si podemos lo mejor es evitar la primera hora de la mañana que es cuando hace más frío.
Siempre que nos sea posible esperaremos a las horas centrales, aprovechando el sol si lo hay para que al abrir las ventanas no entre ese fresco a casa y así no haya que usar una gran cantidad electricidad para volver a subir la temperatura.
No es necesario dejar las ventanas abiertas toda la mañana, en especial si hace mucho frío. De hecho, suele bastar con unos diez minutos y no pasa nada si algún día lo dejamos en cinco para que la vivienda no se quede helada.
Calentarse con electricidad va a ser difícil estos meses. Por eso, podemos seguir una serie de consejos muy básicos, pero efectivos que sirven a la hora de ahorrar electricidad. Un poco cada día se termina notando en la factura mensual y para economizar ese dinero no hay que hacer unos cambios demasiado drásticos en nuestro modo de vida.