En cualquier tipo de deporte hay una figura que tiene el objetivo de conseguir que los jugadores lleguen en las mejores condiciones al inicio de la temporada, de que mejoren su nivel físico y de que estén frescos para lograr los mejores resultados. Ningún jugador puede conseguir sus objetivos sin haberse sometido a un rendimiento intensivo, tanto o más que cuando realizas una jugada con código de bienvenida de las apuestas y esperas que resulte ganadora.

La gran mayoría de los preparadores de equipos suelen confeccionar su lista de planificación física con bastante antelación. En el caso de que el entrenador sea despedido del equipo se perderá un tiempo precioso que podría dar al traste con todo lo establecido.

El momento del tiempo más importante para el entrenador es la pretemporada. Este momento incluye un par de meses de partidos amistosos en dónde se hará una revisión a fondo de los jugadores, además de estudiar su evolución. Con esto se pretende conocer cómo actuar ante un bajón físico o mental durante la temporada. Por ello, un entrenamiento de pretemporada suele ser más duro que durante la propia temporada de fútbol. Se intenta conseguir que los jugadores se recuperen ante grandes esfuerzos para estar preparados ante todo.

La habilidad que más se suele trabajar en estos entrenamientos es la resistencia física. El jugador sabrá si ha sido o no bien preparado cuando estén cansados, cuando lleguen a la conclusión de que su cuerpo no da para más. Además, también resulta muy importante trabajar la velocidad. El entrenador del equipo tendrá que saber, una vez que haya terminado la pretemporada, que jugadores pueden mantener un ritmo determinado, y cuáles no.

Y no sólo se debe de trabajar en la forma física en el fútbol, si no que también se debe de hacer lo mismo con la táctica. Los jugadores deberían de contar con periodos de recuperación tras partidos o entrenamientos intensivos, ya que algunos equipos tienen que aguantar hasta 60 partidos en la misma temporada, y este ritmo no es asumible por todos los jugadores.

Cuando el equipo está agotado, será el preparador físico quien entrará en escena, preparado un entrenamiento mucho más intensivo que el normal. Así se podrán recupera el bajón anímico y físico, pero sin cometer el error de caer en el sobre-entrenamiento.

El entrenador debe de adaptar la estructura de cada entrenamiento en base a cada jugador. Incluso es posible que haga falta que exista un segundo entrenador como apoyo y ayuda.

En resumidas cuentas, esta es la forma que tiene un jugador de fútbol para entrenar.