El aseo e imagen masculinos están experimentando, desde hace años, la innovación y el desarrollo de accesorios que permiten cumplir las expectativas de un segmento de mercado, cada vez más amplio, dinámico y exigente. Uno de los elementos icónicos de esta evolución de la estética personal masculina es el cortapelos. Este tipo de equipos, complementado con elementos intercambiables que amplían su versatilidad, brinda al hombre actual la posibilidad de cubrir sus necesidades de aseo personal, además de aquellas otras asociadas a la proyección de una imagen a su propio gusto. Y es que cualquier cuidado facial, o corporal del vello, o cabello, de un hombre está dentro del espectro de aplicación de estos equipos.
Los cortapelos suponen el desarrollo y evolución tecnológica de las clásicas maquinillas de afeitar. Sin embargo, se diferencian de éstas en que han sido diseñadas para el tratamiento de un amplio espectro de zonas capilares, desde el vello, el propio cabello, hasta los pelos cortos que aparecen en zonas complejas como la nariz, las orejas o las cejas.
Existen, en el mercado numerosos cortapelos, como se puede observar en el espléndido catálogo que nos ofrece https://mundoafeitado.com/cortapelos/, permitiendo cada uno de ellos el tratamiento selectivo de los diversos tipos de pelos y vello a tratar. Sin embargo, el umbral de utilización de estos equipos va más allá, incluyendo la depilación corporal, o craneal. En todos los casos, disponer de este tipo de equipos puede suponer un interesante ahorro económico al permitir evitar la dependencia de ir a la barbería a realizarse los retoques oportunos.
Una de las cuestiones técnicas que condiciona la compra, y uso, de un cortapelos es la de si llevan cable o no. En el primer tipo se encuentran, en el mercado, los equipos más potentes y profesionales, mientras que los del segundo son más versátiles y cómodos de uso. Técnicamente, los cortapelos sin cable van asociados a equipos con baterías recargables y/o pilas. Estos equipos presentan una versatilidad en el uso muy superior a los que disponen de cable, penalizada, sin embargo, por una inferior potencia, lo que, en algunos casos, puede suponer un condicionamiento de uso, especialmente cuando se va a realizar un uso a nivel profesional. En los equipos recargables y de pilas, los usuarios deben tener las oportunas cautelas para realizar las recargas oportunas y disponer de pilas y acumuladores de reserva.
También está la cuestión de las cuchillas, en los equipos más completos los peines son regulables en el propio equipo, mientras que en los otros debe realizarse el intercambio de cuchillas para lograr el corte deseado por el usuario. Otro aspecto es el material con el que están fabricadas, las más comunes son de acero inoxidable, aunque, actualmente, hay equipos con cuchillas cerámicas que se afilan automáticamente, aspecto este de gran relevancia para el usuario, al evitar la renovación de cuchillas por la pérdida del filo.
Otro aspecto importante en la elección de un cortapelos es su ergonomía, es decir, la adaptabilidad del equipo para que su uso sea cómodo y eficiente. En este sentido, es importante el peso del equipo, la presencia de un cable de alimentación y la facilidad para acceder a las zona a tratar.
La utilización de los cortapelos es especialmente útil cuando se va a acceder a zonas delicadas como la nariz y las orejas, pues se evitan los desagradables tirones en el tratamiento de dicho vello. Además, por cuestiones de evidente cuidado, la aparición de nuevo vello en dichas zonas aconseja disponer de este tipo de equipos para su tratamiento autónomo y discrecional.
Siempre que se vaya a utilizar un cortapelos, el equipo debe estar en unas condiciones que sean lo más óptimas posible, ya que, en caso contrario, su uso provocará molestos tirones, unos acabados defectuosos e, incluso, erosiones en la piel. Además del buen estado de cuchillas y peines, debe observarse un mantenimiento adecuado de las baterías (en los equipos recargables) para poder completar los tratamientos, sin las molestias que supondría tenerlos que retomar por quedarse sin carga el equipo. Finalmente, las zonas a tratar deben estar debidamente preparadas y el usuario conocer las técnicas adecuadas para realizar los cortes que desea.