Todo el que tiene una empresa ha comenzado a dar el salto a la red de redes, y el que no, ha de hacerlo cuanto antes.

A comienzos de 2018, Hootsuite publicaba en redes una infografía con unas importantes cifras elaboradas a partir de los datos estadísticos recogidos a nivel global. Según esta popular empresa, más de 4 mil millones de personas se conectan a internet, lo que supone que cerca de un 55% de la población mundial se mueve por las redes a través de su smartphone, de su ordenador o incluso de su tablet.

En España, además, la tasa de penetración de internet alcanza un 85% de la población. Sabiendo que en nuestro país hay un total de población de 46,56 millones de personas, se puede afirmar con total tranquilidad que casi 40 millones de miembros de nuestra nación saben lo que es moverse por el mundo de las tres uves dobles.

Con semejantes números, ¿cómo no va a querer una empresa adentrarse en internet? Los modelos de negocio, aunque mantienen unas bases claramente inamovibles, están evolucionando para sacar partido de esta brutal revolución no solo tecnológica, sino también social. Cada vez más se están envalentonando a comprar dominio online y comenzar a navegar por el mar digital con el fin de subir a su barco a cuantos más, mejor.

El público medio está más y más familiarizado con las nuevas tecnologías. Recurrimos a la red para hacer prácticamente de todo, desde consultar las noticias de actualidad hasta hablar con amigos o familiares o buscar información sobre lo que nos apetezca. Pero también lo hacemos cuando necesitamos una solución en forma de producto o servicio, y es esta última rama de demanda la que hace que las empresas hayan encontrado un interesante filón en las tres uves dobles.

Así, lo que empezó con un buzoneo digital, con banners de publicidad y otras tantas tácticas publicitarias en internet, se ha acabado convirtiendo en la construcción de portales online altamente profesionales, elaborados con el diseño web perfecto siempre en mente y con la clara finalidad de atraer a todo aquel cuyas necesidades puedan ser satisfechas gracias a las soluciones que ofrecen.

Tenemos una clara prueba del éxito de la red como herramienta para los negocios en el e-commerce. Las comodidades y facilidades que estas plataformas brindan a los usuarios, que pueden ojear inmensos catálogos, hacer las compras y recibir todo lo que han pedido en su domicilio, sin tener que moverse siquiera del sofá de su salón, han hecho que cada vez más apuesten por esta vía. Además, por supuesto, de los altamente competitivos precios que suelen rondar por este entorno.

Las empresas que todavía no han dado el salto deben hacerlo, y es que, con la cantidad de usuarios que se mueven entre páginas, redes sociales y otros tantos medios disponibles en el ámbito digital, no tener presencia en este terreno es perder un público descomunal.

Con un portal web, la presencia de un negocio se multiplica de manera exponencial, de la misma forma que lo hacen las formas de acercarse al público. De hecho, la facilidad para ser recomendado de forma directa a otros se dispara. Un cliente satisfecho con los servicios o productos de una empresa puede enviar directamente la URL de la web en cuestión a conocidos para recomendarla y, así, el negocio en cuestión no hace más que ganar tanto en visibilidad como en posibles consumidores.

Evidentemente, esto también requiere unas importantes labores de mantenimiento y seguimiento. Hay que buscar una renovación constante no solo en la web, sino también en los perfiles de redes sociales, en las comunicaciones con los usuarios y en otros tantos aspectos en los que se puede discernir la sombra del posicionamiento SEO.

Todas estas herramientas son un gran aliado del empresario, pero también el principal quebradero de cabeza que hace invertir grandes cantidades de tiempo en busca de la constante mejora. Afortunadamente, es una relación que no hace más que traer consecuencias positivas si se sabe aprovechar. Y es que con tanta población moviéndose entre pantallas y las facilidades de la red para las empresas, se puede ganar muchísimo a cambio de un sacrificio menor.

Por todo esto, cada vez son más los negocios que se están mudando al plano digital. Algunos incluso están renunciando a su lado más tradicional para volcarse por completo en este nuevo terreno. Se maximizan beneficios y se reducen costes, aunque se puede perder a cierto sector de la clientela. Debido a esto, también hay muchos, por no decir la mayoría, que aúnan tanto una parte de negocio física con una ubicada en la red de redes.

Es el momento de dar el salto, de salir a internet para conseguir el éxito para tu empresa. No hacerlo es quedarse a la cola en una carrera en la que nadie mira atrás.