La cadena de supermercados alemana, Lidl, ha sido vinculada nuevamente a presuntos casos de delito por maltrato animal. A través de imágenes inéditas, la ONG Equalia muestra las negativas prácticas empleadas por macrogranjas ubicadas en el noroeste de Alemania, las cuales figuran como proveedores de Lidl.

El pasado 26 de septiembre, las miradas de múltiples organizaciones ambientalistas, protectoras de animales y de salud se posaron sobre Lidl. El principal motivo de ello radica en los nuevos hallazgos que vinculan a esta cadena de supermercados a delitos de maltrato animal.

La evidencia que presuntamente relaciona a Lidl con prácticas que violan los estándares de bienestar animal no solo han sido denunciadas ante la justicia alemana. Además de ello, la ONG Equalia ha publicado un reportaje de investigación, sumando un total de seis investigaciones periodísticas que describen detalladamente las condiciones de explotación que caracterizan a determinados proveedores de la cadena de supermercados con presencia en España.

Las ONG exigen que Lidl firme el Compromiso Europeo del Pollo

Han sido un total de 20 organizaciones de protección animal que, junto a Equalia, han exigido a Lidl la firma del Compromiso Europeo del Pollo. De esta manera, se busca mejorar de forma inmediata los estándares de bienestar animal en la cadena de suministro de la marca alemana.

El nuevo reportaje de investigación publicado por Equalia muestra imágenes inéditas, capturadas entre los años 2022 y 2023, de dos explotaciones avícolas ubicadas en el noroeste de Alemania. Allí se puede observar cómo los pollos recién salidos del cascarón son arrojados al suelo de manera brusca, elevando las probabilidades de lesiones en sus huesos.

Esto suele ocurrir en una granja del municipio Löningen, en Baja Sajonia, en donde se crían pollos broilers, también conocidos como macropollos. Son aves han sufrido intervenciones genéticas con el objetivo de acelerar su crecimiento hasta en un 400 % en contraste con el ratio de crecimiento que se registraban a mediados del siglo XX.

En el reportaje de investigación, también es posible observar pollos con deformidades que no solo no tienen la capacidad de caminar. A su vez, se muestra un ave que padece un infarto y que agoniza durante horas hasta que, aleteando, da un salto y fallece finalmente.

Violaciones a la normativa de la UE sobre bienestar animal

Entre las irregularidades que se pueden visualizar en las imágenes de Equalia se destaca la presencia de pollos con una torsión del cuello hacia arriba. Uno de los aspectos más preocupantes es la elevada concentración de pollos muertos en descomposición, obligando a las aves vivas a convivir con cadáveres y en condiciones de suciedad.

Incluso, se presentan casos de canibalización de aves en avanzados estados de descomposición, lo que genera que grupos de pollos se enfermen. Ante este tipo de problemas, las aves con un negativo estado de salud tienden a ser sacrificadas por el personal de la granja, zarandeando su cuello hasta el punto de romperlo.

Como se puede ver, este tipo de prácticas violan la normativa de la Unión Europa sobre bienestar animal, ya que se genera un sufrimiento innecesario de los pollos. Aunado a ello, existen estudios de laboratorio que demuestran que más del 71 % de las muestras de carne de pollo de Lidl estaban contaminadas con bacterias resistentes a los antibióticos.