La cultura del vino es tan amplia en diversos países, que se han proliferado la formación de la cata desde hace aproximadamente cinco años.

La calidad, textura, estructuctura y léxico propio de esta cultura, ha sobrepasado las expectativas de muchos países productores como España.

La identificación con el factor frutal y floral, sin duda, es algo que los más exquisitos paladares exigen como consumo; seguramente, ante tanta explosión de sabores sin ninguna estimulación neurosensorial como lo hacen los vinos.

Por ejemplo el vino azul, se deriva de las antiocianinas de las uvas blancas y rojas, otorgándole una tonalidad azulada, este principio, es empleado en cosecha arándonos y moras.

Conozca algunas variedades de vinos que están de moda, para que consienta a su paladar. Bienvenidos (as).

Cinco tipos de vinos de mayor consumo

Conozca a continuación la moda del consumo de los primeros cinco vinos. Estos, son los más cotizados en restaurantes, celebraciones en casa, en fin, los de mayor demanda.

• Cabernet Sauvignon

Vino de fuerte carácter, es tinto y conocido ampliamente en diversos países. Se caracteriza por ser seco y tánico. Su color es rojo intenso combinado con un exquisito aroma de flores y frutas. A mayor tiempo de crianza, más intenso su sabor. El Cabernet Sauvignon potencia su sabor, gracias a los componentes de pimientos rojos y negra, además de sus frutos rojos. Su alto contenido de vitaminas A, B y C evitan anemias para quien lo consuma, del mismo modo, contribuye a erradicar bacterias, gracias a su acción bactericida.

• Sauvignon Blanc

La explosión de sabores que ofrece este vino es amplio, por ejemplo, usted, podrá seguramente percibir grosellas, melón verde y fruta de la pasión, lo que le otorga un sabor intenso y muy fresco. El Sauvignon Blanc es un vinos seco; su significado es blanco silvestre. Este vino es perfectamente combinable en la mesa con pecados, mariscos y otras carnes blancas. Se emplea como aperitivo, gracias a su versatilidad en acidez, aroma y sabor intenso.

• Carmenere

También originario de Francia, este vino cuenta con taninos maduros que le aportan una textura aterciopelada y redonda. Es muy elegante, con un grado de acidez bastante bajo. La variedad de uvas que le conforman le aportan un distinguido sabor y aroma que lo hacen elegibles en todas partes del mundo.

• Chardonay

El aroma típico de esta cepa combina sabores como: manzana, piña, melón amarillo y semillas de frutas. Es un vino de cuerpo ligero, con perfil cremoso y aroma sutil a avellanas, miel y caramelo. Algunos expertos señalan que al conservar por largo tiempo en la barrica, se torna con aroma de mantequilla. La temperatura ideal de ingesta de este sofisticado vino ha de ser entre 6 a 8ºC. En comparación con el anterior (Sauvignon Blanc), éste suele ser más pesado.

• Merlot

Es otro de los singulares vinos de mayor consumo, el Merlot, cuenta con alta concentración de alcohol y suave aroma de frutas como moras, grosella y frutos rojos, no obstante, al paladar, resulta grato aroma de ciruela uvas pasas y menta. A diferencia del anterior, este vino debe servirse a una temperatura de 13 a 14,3ºC. El vino Merlot, cuenta con unas uvas de piel muy delgada, por lo que lo hacen menos astringente (por reducidos taninos).

Sin duda alguna, la personalidad, el tanino y la estructuran, hacen del vino un producto placentero, que evoca un estado de bienestar antes, durante y después de su ingesta. El análisis organoléptico, muchas veces difiere del aroma. Por ello, es necesario aprender de su cultura para acertar con nuestra buena elección.