El 11 y 12 de julio de 2021 se produjeron una serie de manifestaciones de carácter pacífico y prodemocrático en la práctica totalidad de la República de Cuba. La respuesta del régimen fue el despliegue de un violento dispositivo policial y paramilitar, deteniendo y encarcelando a miles de personas.
En 2023 Prisoners Defenders presentó una denuncia en Naciones Unidas documentando los casos de 520 presos políticos del 11J, estableciendo un patrón en las actuaciones del régimen cubano en todas las causas contenidas. Tras estudiar esta investigación jurídica, en una primera carta acusatoria 6 mandatos de Naciones Unidas acusaron al régimen de Cuba por sus graves violaciones al debido proceso.
Igualmente, Prisoners Defenders presentó ante el WGAD la denuncia de la Causa 9, que englobaba inicialmente a 17 presos políticos del 11J en La Habana. A primeros de este mes de julio, Prisoners Defenders recibió el dictamen final de esta causa colectiva por parte del WGAD, donde condena contundentemente a Cuba por la detención y el procesamiento penal de todas sus 17 víctimas.
En esta causa está presente Luis Frómeta Compte, ciudadano alemán, que fue encarcelado con 58 años de edad a 15 años de privación de libertad, es decir, una cadena perpetua en la práctica, sólo por filmar las manifestaciones con su teléfono móvil. Desde Alemania, la IGFM trabaja con la hija de Luis, Janie Frómeta, y su padrino político, Lars Rohwer (miembro del Parlamento alemán), para conseguir su liberación.
Otra de las 17 víctimas es un joven con discapacidad mental reconocida oficialmente, Walnier Luis Aguilar Rivera, que con 21 años está penando 12 años de prisión por “sedición”.
En toda la historia del WGAD, sólo hay otros dos casos en el mundo en los que este organismo haya defendido a un grupo de más de una decena de presos en una sola declaración. Con esta acción, el régimen cubano se ha unido a la historia más oscura de la jurisprudencia sobre detenciones arbitrarias en todo el mundo.
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