Bien sea por la preocupación de mantenernos lo más sanos posible o porque con las restricciones pasamos mucho más tiempo metidos en casa, es incuestionable que, desde que estamos inmersos en esta pandemia, hay cada vez más gente que se ha propuesto llevar una vida más saludable. 

Además de incluir el ejercicio en la rutina diaria, cocinar nuestra propia comida a partir de productos frescos e ingredientes saludables se está convirtiendo en una práctica cada vez más habitual. Tanto es así que, debido a la alta demanda, la oferta de productos para la elaboración de recetas en casa, como la harina para preparar pan, harina de legumbres, harina sin gluten, levadura, etc. es cada vez más amplia, lo que facilita considerablemente llevar a cabo este sano propósito.

Si todavía no te has apuntado a esto de comer sano para ganar en salud porque piensas que es complicado o tienes dudas, aquí te dejamos unas cuantas razones que a lo mejor te convencen de que la comida saludable es una mejor opción. 

¿Por qué elegir una dieta saludable?

Hay muchas razones para optar por una dieta saludable. Como su propio nombre indica, la comida saludable nos aporta salud. Llevar una dieta sana y equilibrada nos brinda todos los nutrientes que nuestro organismo necesita para funcionar con normalidad, además de protegernos de enfermedades que están directamente relacionadas con el consumo abusivo de grasas saturadas y azúcares, como son las siguientes:

• Sobrepeso

• Obesidad

• Hipertensión 

• Diabetes

• Hipercolesterolemia (colesterol elevado)

• Hipertrigliceridemia (triglicéridos elevados)

• Caries

Por otro lado, una dieta equilibrada también influye positivamente en nuestro estado de ánimo, nos hace sentir de mejor humor y con más energía para afrontar el día a día. Además, al incluir más frutas y verduras y otros alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, se consigue ralentizar el envejecimiento de las células, con el consiguiente beneficio para la piel y el aumento de la esperanza de vida.

¿Es difícil llevar una alimentación saludable?

Definitivamente la respuesta es no. Solo es cuestión de cambiar algunos hábitos por otros más saludables. 

• Limitar el consumo de comida rápida y alimentos ultraprocesados. Optar por alimentos frescos o cocinados por nosotros mismos es mucho más saludable. Hay infinidad de recetas en internet, todo es ponerse.

• Reducir la ingesta de sal, menos sal es igual a menos problemas relacionados con enfermedades cardíacas y renales.

• Incluir necesariamente 5 raciones de fruta y verdura al día. Una buena forma de conseguirlo es cambiar el tentempié habitual por una pieza de fruta o una ración de crudités con queso fresco.

• Utilizar grasas saludables como el aceite de oliva, los aguacates o el salmón.

No es de extrañar que la creciente preocupación por la salud esté llevando a cada vez más personas a replantearse su estilo de vida, incorporando en su día a día hábitos como hacer ejercicio y llevar una dieta equilibrada. Saber la importancia que tiene la alimentación en nuestro bienestar y conocer las diferentes opciones que hay a nuestro alcance, nos ha hecho darnos cuenta de que la comida saludable, además de ser la opción más sana, también puede ser apetitosa.