Tanto para las viviendas como para las oficinas, los suelos como el laminado o las tarimas flotantes son de las mejores opciones que se pueden elegir. Si bien es cierto que tienen similitudes, también hay que decir que presentan algunas diferencias que son importantes a tener en cuenta para poder elegir un tipo de suelo u otro en función de las necesidades de cada uno y las características de la superficie.
A la hora de poner un suelo adecuado en una vivienda o en una oficina, es importante tener en cuenta ciertos aspectos clave como las necesidades de cada uno o las características que tenga la superficie en cuestión. Lo cierto es que, para contar con todas las garantías, es relevante acudir a una tienda de confianza que ofrezca el mejor asesoramiento. Para ello, una buena opción, sin duda, es BriCork. Se trata de una de las mejores tiendas online de bricolaje especializada en el corcho, sabiendo que ofrecen un amplio catálogo de productos para cubrir todas las necesidades. Con más de 30 años de experiencia en el sector, su servicio de atención al cliente es excepcional, al igual que la calidad de todos sus artículos.
Tarima flotante vs. suelo laminado
En la actualidad, es habitual que las personas confundan la tarima flotante con el suelo laminado, puesto que ambos elementos se parecen bastante y tienen características similares. No obstante, hay que tener en cuenta que estos suelos son distintos y cuentan con sus peculiaridades.
Hay muchos que se preguntan cuál es la mejor opción, teniendo en cuenta que lo primero que hay que saber es que ambos tipos sirven para revestir el suelo. En este caso hay que decir que la tarima flotante se hace con madera natural mientras que el suelo laminado es con materiales sintéticos que imitan la madera.
En el primer caso, con la tarima flotante se puede lograr un suelo de gran calidad y más duradero mientras que, con el suelo laminado, se deteriora más a menudo y se vuelve necesario colocar uno nuevo.
También es importante comentar que otra de las diferencias más destacadas entre ambos tipos de suelo es el precio. En este caso, la tarima flotante tiene un coste mayor, no obstante, a largo plazo, el suelo sale más económico, puesto que es más duradero.
Suelo laminado: características
Entre las principales características del suelo laminado hay que decir que está elaborado con materiales totalmente sintéticos y tiene muy poco espesor, ya que no suele superar los 8 mm.
Para su realización, se suele utilizar alguna variedad de plástico y como valor añadido hay que decir que su colocación es bastante sencilla, porque no hace falta ni pegar, ni clavar, ni atornillar.
Por otro lado, es importante mencionar que una de las grandes ventajas de este tipo de suelo es que se puede colocar en prácticamente cualquier espacio sin problema, puesto que es bastante adaptable.
Tarima flotante: características
En el caso de la tarima flotante, entre sus características más destacadas hay que decir que el material con el que se fabrica es mucho más noble y cuenta con medidas más variadas, siempre teniendo en cuenta el espacio que se va a revestir en cada momento.
Una de las diferencias principales con respecto al suelo laminado es que, en el caso de la colocación de la tarima flotante, esta no puede colocarse directamente en el suelo, como ocurre con el suelo laminado, por lo que para su instalación habrá que atornillar o clavar.
Además, una vez que se ha colocado la tarima adecuadamente se debe llevar a cabo el proceso de lijado, algo esencial para acabar con las posibles imperfecciones que pueda presentar la superficie. Finalmente, hay que decir que es recomendable aplicar también algún tipo de plastificante que ofrezca mayor protección a la tarima y a su vez, facilite la limpieza de la misma en el futuro.