Santiago de Compostela, 10 de junio de 2025 – La asociación galega Mulleres Salgadas ha lanzado un comunicado incendiario tras la dimisión de Alfonso Villares Bermúdez como conselleiro do Mar, investigado por agresión sexual. El texto, cargado de indignación, no solo cuestiona el acto de dimisión, sino que acusa a la Xunta de perpetuar la cultura de la impunidad y el negacionismo frente a la violencia machista.
Un acto de dimisión convertido en escarnio
Mulleres Salgadas denuncia con dureza la puesta en escena orquestada por la Xunta durante la dimisión. La presencia en primera fila de altas cargos femeninas de la Consellería do Mar (como la directora xeral de Pesca o la directora del INTECMAR) es calificada de "refuerzo de mandatos heteropatriarcales". "Ver a mujeres legitimando este montaje es una bofetada a todas las víctimas", señala el texto. Los aplausos y el abrazo del presidente Alfonso Rueda a Villares son tachados de espectáculo grotesco que "contribuye a la indefensión de las mujeres".
La falacia del "asunto privado": Un ataque al Convenio de Estambul
El núcleo de la crítica radica en la deslegitimación contundente del argumento esgrimido por Villares en su carta de dimisión, donde calificó los hechos de su "esfera estrictamente personal". La asociación lo desmenuza con precisión jurídica y ética:
- Violencia machista = Asunto Público: Recuerdan que el Convenio de Estambul (vigente en España desde 2014) establece claramente que la violencia contra las mujeres no es un asunto privado, sino una violación de derechos humanos que exige responsabilidad pública.
- Cita a la propia Xunta: Arremeten contra la hipocresía al citar textos oficiales de la Consellería de Política Social e Igualdade: "Entender la violencia como un asunto personal refuerza a las mujeres a una situación de subordinación (...) e implica asumir las relaciones de poder históricamente desiguales". Villares, al usar ese argumento, refuerza el sistema opresor que dice combatir la Xunta.
Revictimización e Infradenuncia: El silencio que la Xunta alimenta
El comunicado carga con especial dureza contra la filtración de la identidad de la víctima a los medios: "Exigimos responsabilidades por esta revictimización gravísima". Relacionan este hecho con los escandalosos datos de infradenuncia en España:
- 84,1% de víctimas de violencia sexual no buscan ayuda formal.
- Solo 2,5% denuncian acoso sexual.
"La escenificación de apoyo institucional a Villares y el tratamiento del caso como un 'asunto personal' envían un mensaje devastador a las víctimas: 'No denuncies, no te creerán, te expondrán y protegeremos al agresor'", sentencian.
Retroceso y complicidad institucional
Mulleres Salgadas concluye que la actuación de la Xunta supone un peligroso retroceso y una clara complicidad con el sistema patriarcal:
- Negacionismo: Los gestos de apoyo a Villares minimizan la gravedad de la violencia sexual y alimentan discursos negacionistas.
- Incumplimiento flagrante: La actitud choca frontalmente con los objetivos de la "Estrategia Estatal para combatir las violencias machistas 2022–2025".
- Mensaje letal: Se prioriza la protección de la estructura de poder y la reputación de un cargo frente a los derechos y la seguridad de las mujeres.
En definitiva, Mulleres Salgadas no solo clama contra la dimisión de un conselleiro, sino contra la maquinaria institucional que blanquea la violencia machista y silencia a las mujeres con la complicidad de un sistema que se viste de igualdad mientras aplaude a los investigados por agresión. La Xunta de Alfonso Rueda queda bajo la lupa por convertir un acto de responsabilidad exigida en un espectáculo de impunidad.
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