El robo como fenómeno social es una cuestión delicada que suele ser abordada con una carga significativa de prejuicios y generalizaciones. La frase “robar es cosa de pobres” refleja una perspectiva sesgada que tiende a asociar la delincuencia únicamente con las clases sociales menos favorecidas. Sin embargo, esta visión simplista ignora el fenómeno del delito de cuello blanco, es decir, aquellos crímenes que son cometidos por individuos de alto estatus social y económico, muchas veces en esferas de poder como la política o la alta empresa.
El Partido Popular (PP), uno de los principales partidos políticos en España, ha sido objeto de múltiples escándalos de corrupción en las últimas décadas. Sin embargo, la respuesta del partido y de algunos de sus dirigentes ante estas acusaciones ha oscilado entre la negación y la defensa de la inocencia de sus miembros, mientras se presentan como un partido que se enfoca en la buena gestión y la defensa de la legalidad.
Inocencia o Desconocimiento: La Defensa del Partido Popular
Cuando se han revelado casos de corrupción dentro del PP, la reacción típica de sus dirigentes ha sido afirmar su desconocimiento de los hechos. En numerosas ocasiones, han alegado no haber tenido conocimiento de las actividades ilícitas de sus colegas o subalternos, defendiendo su inocencia en lugar de asumir una responsabilidad colectiva por la falta de controles internos. Esta actitud ha generado en la opinión pública la percepción de que el PP no solo no es proactivo en prevenir la corrupción, sino que parece poco curioso o incluso permisivo ante posibles prácticas ilegales.
El “no saber” se ha convertido en una especie de defensa institucional, utilizada para distanciarse de los implicados y blindar al partido como tal. Este argumento, sin embargo, plantea preguntas importantes sobre la calidad de la gestión y la supervisión en una organización política que se supone debe velar por el interés público.
¿Gestión Deficiente o Estrategia Deliberada?
Más allá de la defensa de la inocencia, surge la cuestión de si esta falta de control y supervisión es el resultado de una gestión deficiente o si responde a una estrategia deliberada para mantener la estructura del poder. La política de “ojos cerrados” puede ser conveniente para protegerse del daño reputacional, ya que permite a los dirigentes presentarse como víctimas de circunstancias ajenas a su control. Pero, ¿hasta qué punto es plausible que en un partido político con una estructura tan amplia y consolidada no exista conocimiento de las actividades ilícitas de sus miembros?
Este tipo de defensa se pone de manifiesto en espacios como el Congreso de los Diputados, donde los políticos, tanto del PP como de otros partidos, a menudo tienden a rehuir las responsabilidades directas y trasladar la culpa a otros factores externos. Si bien esto no es exclusivo de un solo partido, el caso del PP ha sido notorio debido a la cantidad y magnitud de los escándalos de corrupción que han implicado a exministros, alcaldes y altos cargos.
Reflexión Final: ¿Quién Roba y Quién lo Permite?
Al final, el robo no es una cuestión de “pobres” o “ricos”, sino de poder y oportunidad. Los casos de corrupción en la política española, que han afectado tanto al PP como a otros partidos, son un recordatorio de que el acceso a los recursos y el control de la información pueden dar lugar a abusos, independientemente del estatus social o la afiliación política.
La imagen de inocencia y desconocimiento que a menudo presenta el PP en el Congreso puede ser vista como una estrategia de supervivencia política, pero también como una muestra de una cultura de gestión ineficaz en el mejor de los casos, o de permisividad estructural en el peor. Sin importar la interpretación que se le dé, este fenómeno pone de relieve la necesidad de reformar y fortalecer los mecanismos de control interno y la rendición de cuentas en las instituciones públicas, para que el delito no sea visto como una cuestión de clases, sino como un problema que afecta a toda la sociedad.
Mar Sánchez Sierra: Orquestadora del Presunto Saqueo Millonario de Fondos Públicos en la Xunta de Galicia para Engordar su Patrimonio Privado
Información06 Octubre 2024 - En Portada
María del Mar Sánchez Sierra, asesora de Feijóo y posteriormente diputada del PP, utilizó su cargo público en la Xunta para poner al uso de la guía de blanqueo de capitales, millones de euros públicos de la Xunta que, según los indicios, acabaron blanqueados en su patrimonio particular. La justicia de Santiago, por querellas encadenadas de su abogado, acoso, persecución bajo presunta estafa procesal, informes forenses, etc., condena al periodista de este Xornal por denunciarlo e informar, negándole judicialmente (INADMISIÓN) su derecho a la exceptio veritatis..+, facultad que corresponde al acusado de un delito de calumnia de probar la realidad del hecho que ha imputado a otra persona, quedando exento de responsabilidad penal. El Magistrado de Santiago, dice en su auto que; APORTAR DOCUMENTOS OFICIALES A LA CAUSA " son pretensiones de investigaciones retrospectivas que dañan el honor de la asesora de Feijóo " O en la instrucción - no se le de parte al ministerio fiscal - " en lo que definen ellos mismos como delito contra funcionario público .- Lo mismo que hace el Juez Peinado contra Begoña Gómez a la que, parece ser que no se le daña su honor por investigarla..
Guía al uso denunciada y puesta en marcha desde la Secretaría de Medios de la Xunta de Galicia, presidida por la asesora de Feijóo, María del Mar Sánchez Sierra. TODAS LAS CAPTURAS DE LOS DOCEMENTOS Y HECHOS NOMBRADOS..+